Con tan solo 15 años y 5 de alto ladrón
con una caja de vino de su casilla salió.
Fumando y tomando vino intenta darse valor
para ganarse unos mangos con su cartel de ladrón.
Pero una noche muy fría el tubo un triste final,
porque acabó con su vida una bala policial.
Y hoy en aquella esquina donde su cuerpo cayó
hay una cruz de madera que recuerda al pibito ladrón.
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